ACOSO ESCOLAR ENTRE IGUAIS

SABADO 21 DE MAIO NO PAZO DE CULTURA DE PONTEVEDRA

 Maltrato entre compañeros (bullying).- Procesos de intimidación y victimización entre iguales, entre compañeros de aula o centro. Uno o más alumnos acosan e intimidan a otro que se convierte en víctima por medio de insultos, rumores, vejaciones, aislamiento, motes… Aunque no suele incluir violencia física, sus consecuencias son muy graves para la víctima si este trato se prolonga en el tiempo.

INTRODUCCIÓN
            Si eres estudiante, especialmente de secundaria, seguramente te resultará, por lo menos conocido, alguno de estos episodios:
Aumentan los casos de violencia escolar en los IES como consecuencia de la ampliación de la escolaridad…

La violencia escolar causa alarma en…

Tres de los detenidos por el incendia del IES…son alumnos del centro…

Un grupo de alumnos apalea a un profesor en…

El 60% de los alumnos dice sufrir agresiones agunas veces…

Antes de seguir, es preciso que delimitemos y precisemos los siguientes términos:
VIOLENCIA: Situación o situaciones en que dos o más individuos se enfrentan y una o más de las personas implicadas sale perjudicada, siendo agredida física o psicológicamente. (Jordi Planella).
CONFLICTO: Se produce cuando se encuentran intereses opuestos, tiende a ser confundido con violencia por lo que está cargado de una valoración negativa. Pero un conflicto también puede resolverse de forma no violenta.
Mientras que la violencia no es innata en los seres humanos sino que aprendida, el conflicto sí es consustancial a la vida humana, es natural y por lo tanto inevitable.
Se trata de regularlo creativa y constructivamente de forma no violenta, ya que es una energía y una oportunidad para el cambio.
AGRESIVIDAD: Tendencia o disposición que tiene como fin lesionar a otro organismo o al propio; a lo que hay que añadir la intención de producir daño, destruir, humillar… La agresión es un acto de agresividad.
ACOSO, INTIMIDACIÓN O VICTIMIZACIÓN: Situación en la que un alumno es agredido o se convierte en víctima al estar expuesto de forma repetida y durante un tiempo a acciones negativas: verbales, físicas y psicológicas.
De este modo el término violencia hace referencia a cualquier tipo de agresión, abuso o intimidación. Es un problema que puede darse en la relación de una persona consigo misma, entre personas, grupos o naciones. El alumnado de los centros escolares conviven con:
1. Una violencia expresiva: Es una reacción súbita, incontrolada que surge cuando se alcanza un nivel de estrés y de crispación que supera la capacidad de la persona o del grupo para afrontarlos de otra manera. Frecuente.
2. Una violencia instrumental: Es la que se utiliza para conseguir un determinado resultado, generalmente para obligar a la víctima a realizarlo contra su voluntad. Cuando se utiliza, se intenta justificar dándole apariencia de legitimidad. Menos frecuente.
            El término de violencia escolar no es suficiente para acoger todas las conductas perturbadoras de la convivencia escolar. Es preciso buscar otro término que pueda englobar todos los actos y manifestaciones que alteran el normal desarrollo de la vida en las aulas. Surge así el término de “comportamiento antisocial” en el que se distinguen seis apartados:
 
1. Disrupción en las aulas.- Situaciones de aula en la que tres o cuatro alumnos impiden con su comportamiento el desarrollo normal de clase, obligando al profesorado a emplear cada vez más tiempo en controlar la disciplina y el orden. Está muy extendido en las aulas, es el que más preocupa al profesorado y el que interfiere gravemente en el aprendizaje de la mayoría. La sociedad en general tiene un conocimiento limitado sobre su existencia..

2. Problemas de disciplina.- Son conflictos de relación entre profesores y alguno de los alumnos. Desestabilizan por completo la vida cotidiana del aula. Son las conductas de violencia-resistencia, desafío, insulto..

3. Maltrato entre compañeros (bullying).- Procesos de intimidación y victimización entre iguales, entre compañeros de aula o centro. Uno o más alumnos acosan e intimidan a otro que se convierte en víctima por medio de insultos, rumores, vejaciones, aislamiento, motes… Aunque no suele incluir violencia física, sus consecuencias son muy graves para la víctima si este trato se prolonga en el tiempo.

4. Vandalismo y daños materiales.- El vandalismo es una agresión contra las cosas. Robos, desperfectos…

5. Violencia física.- Es una agresión contra la integridad física de otra persona. Incluye agresiones, extorsiones, presencia de armas en los centros… Es la que más impacto tiene sobre las comunidades escolares y sobre la opinión pública.

6. Acoso sexual.- Es el fenómeno más oculto del comportamiento antisocial. Podría decirse que es una forma extrema y particular de bullyng con suficiente relevancia en sí misma.
Podrían también incluirse como comportamiento antisocial, el fenómeno del absentismo que causa importantes problemas de convivencia en muchos centros escolares y el denominado “fraude en educación” o “prácticas ilegales” que comprenden la copia en los exámenes, copia de trabajos, influencias, recomendaciones…
Mientras que al profesorado le preocupa los problemas dentro del aula, a la administración educativa y a la opinión pública les preocupan los episodios de violencia y vandalismo.
A los estudiantes les preocupa de forma especial todos los fenómenos de bullyng, extorsión y acoso que son complicados de percibir en toda su extensión por el profesorado y el resto de la población pero que ellos conviven y padecen continuamente en sus centros educativos.
            El estudiante tiene referencias directas de lo que sucede en su centro, posiblemente le lleguen otras de otros centros de su localidad y otras de fuera. Para ayudarle a comprender y valorar mejor la amplitud e importancia del fenómeno del comportamiento antisocial es muy clarificador repasar algunas de las conclusiones de recientes estudios e investigaciones. En ellos podemos encontrar enunciados como los siguientes:
La indisciplina escolar afecta en España al 2% de los alumnos (Roberto Mur, secretario de FP).

Uno de cada cinco alumnos está implicado en procesos de bullyng ya sea como agresor, víctima o ambas cosas a la vez (estudios de Ortega).

En el informe del Defensor del Pueblo sobre violencia escolar de 1999 puede leerse:
El 30% de los escolares declara sufrir agresiones verbales con cierta frecuencia. El 9% declara haber recibido amenazas para meter miedo. El 14% declaran que sus compañeros les aíslan. El acoso sexual puede situarse en el 2%.
A cada tipo de agresión le corresponde un lugar. El aula es el escenario de las agresiones verbales y rotura y robos de cosas. Fuera del aula es el lugar donde se producen las exclusiones, las amenazas y la violencia física.

De cada 100 casos, 36 son comunicados a la familia y un porcentaje menor a los profesores. Los estudiantes prefieren recibir ayuda de algún amigo. Hay un porcentaje de casos en que el agredido no comunica nada.

       Ya hemos hablado de los medios de comunicación como factores que pueden colaborar en la aparición y mantenimiento del comportamiento antisocial. Los episodios de violencia en los centros educativos tienen una gran capacidad de atraer la atención pública causando incluso cierta alarma social. Ocupan también y cada vez más, los titulares y primeras páginas de los diarios españoles. Pero, ¿reflejan la realidad escolar o magnifican los casos de violencia?
Al estudiante de nuestros centros le resulta al menos curioso la forma como los medios de comunicación resaltan sucesos, demandas, denuncias, malos tratos… A todo se le da un tratamiento impactante.
El objetivo de los reportajes no suele ser el análisis contrastado del problema en cuestión, sino, ocupándose de aquellos casos verdaderamente llamativos, reclamar la atención de la población en general.
Por desgracia los casos más corrientes de comportamiento antisocial no saltan a los medios de comunicación, por ejemplo, los casos de alumnos que tienen que abandonar sus centros por amenazas de sus compañeros, el clima de convivencia insoportable en los centros con problemas, la desesperación del profesorado… Asuntos que sí son frecuentes y necesitan de atención y medidas para solucionarlos.
Según investigaciones (Funk, 1997), existe una relación positiva entre la siempre presente violencia en los medios de comunicación social y la violencia en las escuelas. Los medios de comunicación hacen bien de notificar, de denunciar situaciones concretas e incluso de aportar explicaciones y posibles soluciones a los problemas. Pero no es menos cierto que deben de hacer una autorreflexión sobre las formas en las que ellos contribuyen en la aparición del comportamiento antisocial.
      
A la vista de los acontecimientos de conductas antisociales, el joven puede preguntarse por las razones que mueven a algunos a actuar de esa forma antisocial que aparentemente no aporta ningún beneficio, ni a él, ni al grupo, ni a nadie. Por el contrario, causa graves problemas para la convivencia y el normal desarrollo de las clases.
La respuesta no es fácil. Es cierto que los fenómenos de comportamiento antisocial en las escuelas tienen raíces muy profundas en la comunidad social donde se localizan los centros. Hay que tener en cuenta que:
Los episodios de violencia no deben considerarse simplemente como eventos aislados, que ocurren espontánea y arbitrariamente, como si fuesen accidentes.
Las distintas conductas antisociales ocurren con más frecuencia de lo que se piensa. Están escondidas en una especie de código de silencio en el que es difícil entrar.
La relación entre los agresores y las víctimas es extensa tanto en el tiempo, mucho momentos, como en el espacio, muchos lugares.
Las consecuencias personales, institucionales y sociales de esta violencia son incalculables.
Según los expertos, los comportamientos violentos de algunos compañeros de estudios son respuestas a deseos de:

Integración y aceptación por parte de los chico de su edad.

Hacer valer y dar a conocer su manera de ser, su propia identidad.

Ganar, mantener sus intereses por encima de los otros.

Quedar por encima, sentirse superior y tener poder.

Estos deseos no los consigue por otras vías, porque no sabe o porque no puede.
 
 
Las distintas formas de violencia, intimidación y victimización que se producen en la escuela tienen consecuencias sobre todas las personas que en ella conviven. Así:
1. En la víctima produce miedo y rechazo del contexto donde sufre la violencia, pérdida de confianza en uno mismo y en los demás. Y otros problemas derivados de la situación a la que se ve sometido repetidamente: bajo rendimiento, baja autoestima, aislamiento…
2. En el agresor acentúan los problemas que le llevaron a su abuso. Disminuye su capacidad de comprensión moral y de empatía. Refuerza su estilo violento que obstaculiza entablar relaciones positivas con el entorno.
3. En las personas que no participan directamente de la violencia pero que conviven con ella sin hacer nada para evitarla puede producir parecidos efectos a los de la víctima aunque en grado menor.
4. En el contexto institucional, la violencia reduce la calidad de vida de las personas, dificulta el logro de objetivos y aumentan los problemas y tensiones que la generaron, activando un proceso en espiral escalonada de consecuencias imprevisibles