Compaginar trabajo y familia
Compaginar trabajo y familia,
una cuestion clave para la igualdad de sexos
Escrito para Finlandia Virtual por la Dra. Minna Salmi, Directora de Proyecto, Stakes (Centro Nacional de Investigación y Desarrollo para el Bienestar y la Salud) 11.12.2002
Traducción: Luisa Gutiérrez Ruiz
Compaginar trabajo y familia,
una cuestion clave para la igualdad de sexos
Escrito para Finlandia Virtual por la Dra. Minna Salmi, Directora de Proyecto, Stakes (Centro Nacional de Investigación y Desarrollo para el Bienestar y la Salud) 11.12.2002
Traducción: Luisa Gutiérrez Ruiz
Foto: Paul Williams
Compaginar el trabajo y la familia en la política familiar finlandesa.
Una de las áreas de atención de las políticas finlandesas para la familia y la igualdad ha sido durante mucho tiempo la conciliación del trabajo y la vida familiar. Esto es así por que las mujeres finlandesas cuentan con una muy larga y fuerte tradición de participación en el mercado laboral. La mayoría de las finlandesas no sólo trabaja fuera del hogar, sino que lo hace a jornada completa.
La rápida extensión del empleo femenino en los años 60 mantuvo una relación simbiótica con el desarrollo del estado de bienestar finlandés, que ofreció a las mujeres nuevos puestos en el mercado laboral. La política del estado del bienestar en Finlandia ha sido construir sistemas de educación pública, de atención sanitaria y de guarderías infantiles. Estas disposiciones públicas garantizan el acceso gratuito o barato a la educación, a la asistencia médica y al sistema de guarderías a todos los residentes en Finlandia. Por razones históricas, en Finlandia el empleo de la mujer ha sido considerado ya desde hace mucho tiempo como un derecho evidente. Por consiguiente, las decisiones políticas sobre el desarrollo de jardines de infancia públicos y de otras medidas para compatibilizar el trabajo y la vida familiar, han partido de la premisa de todo ello debe ser organizado porque las mujeres están en el mercado laboral.
Durante los últimos 40 años se han desarrollado muchos mecanismos para hacer más fácil la tarea de combinar trabajo y familia. Hoy disponemos de un exhaustivo sistema de permisos por maternidad (105 días), por paternidad (6-30 días, ver detalles más abajo) y paternal o para ambos padres (158 días que pueden ser usados por la madre o por el padre). Durante el periodo de permiso, el progenitor recibe una prestación que supone alrededor del 66 por ciento de sus ingresos previos. Contamos con un sistema de guarderías municipales, que desde comienzos de 1996 garantiza un lugar en el jardín de infancia a todos los niños que aún no se encuentran en edad escolar (7 años en Finlandia). Después del inicial permiso por maternidad, los padres también tienen derecho a una excedencia para ocuparse de su hijo o hijos, si éstos no dispusieran de una plaza en el servicio de guarderías municipales.
Esta excedencia para cuidar a los hijos supone una oportunidad de permanecer en el hogar para ocuparse del niño hasta que éste cumple 3 años. Durante este tiempo, el empleo del progenitor está asegurado y la excecencia apoyada económicamente mediante una prestación. Como alternativa al servicio municipal de guarderías, desde 1997 los padres también pueden optar por un jardín de infancia privado, y por ello tienen derecho a una asignación para cubrir parte de los gastos de dicha guardería privada. Los padres de niños pequeños también disfrutan de la posibilidad de reducir su jornada laboral hasta el final del primer año escolar de su hijo. Si ellos eligen este permiso parcial para hacerse cargo del niño, tienen derecho a una prestación parcial hasta que el pequeño cumpla los 3 años. Cualquiera de los padres puede permanecer en casa durante cuatro días para ocuparse de un hijo enfermo menor de 10 años. La ley no asegura su salario durante estos días, pero un número de convenios colectivos entre sindicatos y organizaciones patronales ha conseguido esta ventaja.
Todo esto significa que la mayoría de lo que se ha hecho en Finlandia en el área de compaginar trabajo y familia, ha tenido lugar en el campo de la política familiar y se ha concentrado en la fase de la vida familiar en la que los niños son pequeños. La cuestión clave ha sido organizar un servicio de guarderías y crear los instrumentos de una política de la familia que aseguren a la mujer la posibilidad de incorporarse o permanecer en el mercado laboral.
Este hecho ha repercutido en el campo de la igualdad: para lo bueno y para lo malo. Finlandia tiene uno de los índices más altos de empleo femenino, pero las mujeres aun continúan llevando una mayor responsabilidad que los hombres en el cuidado de los hijos, y ellas han sido las usuarias principales de la excedencia para el cuidado infantil que establece la ley. Los hombres han disfrutado de este derecho en un grado inferior.
Por ejemplo, en Finlandia lleva siendo posible desde hace muchos años dividir el permiso parental entre ambos progenitores. A pesar de eso, aproximadamente sólo un dos por ciento de padres utilizan esta oportunidad de excedencia más allá del tiempo comprendido entre las semanas uno a tres, posteriores al nacimiento del bebé.
En diciembre de 2002, el Parlamento acordó un cambio en las disposiciones sobre baja por paternidad y permiso parental. Aparte de los 18 días laborables de excedencia por paternidad, ahora el padre además tiene derecho a otros 12, siempre y cuando utilice también los 12 últimos días del permiso parental (que es el que corresponde a ambos progenitores). En otras palabras, el padre puede tomarse en conjunto 42 días, de los cuales 24 han de ser disfrutados al final del permiso parental, algo así como “un mes del papá”. Esta nueva disposición está elaborada para animar a los hombres a que utilicen una mayor parte de dicho permiso que se concede a ambos progenitores.
Por otro lado, los padres pasan mucho menos tiempo con sus hijos que las madres. Los padres de niños pequeños son los que trabajan la mayoría de horas extras. Los hombres utilizan menos de un tercio del tiempo total que los progenitores pasan con sus hijos pequeños, y esta distribución no ha cambiado en los últimos 10 años. Sólo cuando los hijos están en la adolescencia, la parte del tiempo que el padre pasa con ellos comienza a acercarse al 50 por ciento del total. Durante esos años en los que estar con los hijos supone mucho tiempo y esfuerzo, las madres realizan la mayoría del cuidado.
Desde otro punto de vista, ampliar la cuestión de compaginar trabajo y familia desde el cuidado de los hijos hasta el terreno de la igualdad, también tiene sus raíces en el debate sobre el papel del hombre como padre. Ésta es una discusión que se ha convertido en algo cada vez más común, tanto en los países nórdicos como en otras partes de Europa. Un creciente número de padres jóvenes desea crear una relación fuerte con sus hijos, lo que únicamente es posible pasando tiempo con ellos. Los padres necesitan asumir una responsabilidad fundamental e independiente en el cuidado de sus hijos; tanto cuando éstos son bebés como después. Una fuerte relación entre padres e hijos es importante para ambos.
¿Cuán amplia es la cuestión de compaginar trabajo y familia?
Alrededor del 50 por ciento de los cinco millones de habitantes de Finlandia vive en familias con hijos menores de 18 años. Una cuarta parte de estos hogares tienen hijos menores de tres. Algo más del 80 por ciento de familias con hijos están compuestas por ambos padres, mientras que un 19 por ciento de las mismas tienen sólo un progenitor, generalmente la madre (17%). Casi la mitad de las familias tienen unicamente un hijo, el 38 por ciento tiene dos y el 19 por ciento tres o más. Hay cerca de 1,1 millón de niños menores de 18 años, de los cuales 416,000 aún no están en edad escolar, y unos 170.000 son menores de 3 años. En la década de los 90, el índice de natalidad anual osciló entre 57.000 y 65.000 niños. En el año 2001, el número fue de 56.200.
Foto: T. Pajukallio
Compaginar empleo con vida familiar e hijos es una cuestión que afecta a alrededor de un millón de finlandeses, la mitad de los cuales son hombres y la otra mitad mujeres. De todas las personas con empleo, alrededor del 22 por ciento tienen hijos por debajo de la edad escolar, hombres más a menudo que mujeres. La participación en la fuerza de trabajo de padres y madres de niños pequeños es muy alta, aunque las madres de niños menores de tres años permanezcan en el hogar para ocuparse de sus hijos de baja por maternidad o de excedencia más a menudo que los hombres.
Combinar trabajo y familia es un aspecto importante, no sólo porque envuelve a un gran número de población sino también porque es uno de los elementos claves para la igualdad. Constituye además un gran problema en la vida diaria de los individuos porque en Finlandia, hombres y mujeres trabajan a jornada completa. La vida laboral impone las condiciones para el uso del tiempo de la gente mucho más allá del lugar y horas de trabajo. Incluso aunque las condiciones básicas para compaginar trabajo y familia son buenas en Finlandia, esto recuerda que integrar dichas dos partes de la vida es uno de los más grandes desafíos a los que los padres se enfrentan en la vida cotidiana. El horario de una familia finlandesa con hijos se encuentra posiblemente entre los más arduos.
Durante la década de los 90, en Finlandia ocurrieron muchas cosas, tanto en el mercado laboral como en política social. En los lugares de trabajo, el ritmo pasó a ser más frenético que nunca. Para hacer frente a las extenuantes demandas de productividad, la gente con frecuencia trabaja largas horas y los trabajadores se sienten psicológicamente presionados y escasos de tiempo. Incluso personas con empleo fijo no pueden siempre dar por sentada la seguridad de su trabajo. Todo esto no hace sino influenciar los patrones de bienestar y las pautas de distribución del tiempo de los trabajadores. Así, dos de cada cinco empleados sienten que disponen de demasiado poco tiempo para pasar con sus familias.
Una nueva característica de la vida laboral con un extenso impacto en la combinación de trabajo y familia es la rápida proliferación de los contratos laborales fijos temporales. Especialmente entre las mujeres jóvenes, dichos contratos se extendieron en la década de los 90 y la tendencia parece difícil de invertir. El empleo fijo temporal es ahora con frecuencia una característica de la carrera de una mujer hasta que ésta cumple los cuarenta, mientras que en el caso de los hombres, este tipo de contrato es algo reservado a los hombres jóvenes en sus primeros años dentro del mercado laboral. Las investigaciones indican que la gente con empleo fijo temporal es más reacia a tener descendencia que la gente con empleos fijos.
Pero combinar trabajo y familia no es solamente un tema para las familias con niños pequeños. El rompecabezas de juntar todas las piezas del día a día se extiende a todas las etapas de la vida de familia. Los niños en edad escolar igualmente necesitan la atención de sus padres. Además las familias también tienen responsabilidades de las que hacerse cargo a parte de las que suponen sus hijos. A diferencia de la impresión general del modelo nórdico del estado del bienestar, el papel de los parientes es extremadamente importante dentro de la red de asistencia que ayuda a los ancianos a seguir con su vida cotidiana.
Además, la ayuda y apoyo entre generaciones no sólo fluye en una dirección. La generación de los abuelos, en la cual se incluyen individuos que aún están en el mercado laboral y otros ya jubilados, ayuda a sus hijos adultos y a sus nietos de muchas maneras. Las investigaciones indican que en la ayuda generacional la tradicional división del trabajo por sexos se está quebrando en dos puntos: los hijos con empleo asisten a sus padres, tan a menudo como lo hacen las hijas, cuando éstos necesitan cuidado especial, y los abuelos son tan activos como las abuelas.
La conciliación de empleo y familia debe ser abordada en dos niveles.
En el día de hoy, la política social y los lugares de trabajo se enfrentan a nuevos desafíos. Es importante definir el tema de compaginar trabajo y familia como una cuestión para la sociedad de una manera global. El problema de combinar empleo y vida familiar no sólo afecta a gente con hijos pequeños, sino que está activamente presente en las vidas de la mayoría de los trabajadores.
Foto: Matti Karjanoja
Madre llevando a su hijo a una guardería.
Es importante reconocer esto por varias razones. La primera razón ya ha sido mencionada, y es el hecho de que los bien organizados y relativamente extensos planes de política familiar que tenemos en Finlandia, se concentran en una fase de la vida de la familia: cuando los niños son pequeños.
En el futuro será importante considerar qué clase de disposiciones sobre política familiar son necesarias para apoyar el equilibrio trabajo-familia entre la gente en otros momentos de la vida familiar; cuando por ejemplo se tienen hijos en edad escolar, padres ancianos de los que ocuparse o abuelos que puedan cuidar de sus propios nietos.
Debido a que la estructura de población cambia hacia una gente más sana y mayor, la ayuda entre generaciones se convierte cada vez en algo más importante. Necesitamos crear políticas sociales que posibiliten a la gente activa en el mercado laboral asignar tiempo para este tipo de actividades.
Un paso práctico hacia nuevas disposiciones políticas fue la nueva ley sobre permiso familiar en vigor desde 1998. Esta ley, nacida de una relevante directiva de la UE, da a los empleados el derecho de ausentarse temporalmente del trabajo por cuestiones familiares urgentes. Esta ley ha sido explícitamente planificada para cubrir la ayuda entre generaciones puesto que como se indica, el término “familia” incluye a los parientes cercanos de la generación previa y posterior. Sin embargo, esta ley aún está lejos de un similar derecho a un permiso para cuidar de los propios padres apoyado económicamente, o del derecho de excedencia y una prestación para ocuparse de un hijo menor de tres años, una especialidad finlandesa desde finales de los años 80. Hasta ahora hay poca experiencia de cómo esta ley se ha puesto en práctica en los lugares de trabajo.
El tema de las prácticas en el centro de trabajo nos lleva a la otra razón por la que es importante reconocer que armonizar empleo y familia afecta a más gente que a aquellos con hijos pequeños. El motivo es que las condiciones previas para un buen equilibrio entre trabajo y familia no sólo son creadas por políticas familiares, sino en gran parte también por la vida laboral. En un país como Finlandia, donde los cimientos de la política familiar están bien establecidos, los factores claves para conseguir un mejor equilibrio entre el empleo y la familia incluyen un plan de acción sobre tiempo de trabajo y la organización del mismo.
En el lugar de trabajo se necesita hacer un esfuerzo para que cuestiones de familia y empleo entren en el orden del día y convertirlos en parte permanente de la política de recursos humanos. Hacer esfuerzos para crear una mejor armonía entre empleo y familia no es solamente una carga para la empresa que requiere tiempo, aunque obviamente es un proceso largo y difícil. Experiencias en el lugar de trabajo recopiladas en el proyecto del FSE Stakes“Trabajo y Familia: 1996-2000”, muestran que dicho esfuerzo es beneficioso para empresas y empleados.
La inmensa mayoría de empleados y directivos de los 11 centros de trabajo estudiados, que han tratado con cuestiones de empleo y familia durante ciertos años, opina que un mejor equilibrio entre ambos puntos, facilita a los empleados la tarea de hacer frente a sus tareas laborales y la atmósfera en el lugar de trabajo mejora. Esto convierte a la compañía en un lugar más atractivo en el cual trabajar, con una mejorada imagen pública si la empresa llega a ser conocida por su esfuerzo a la hora de apoyar el intento de sus empleados de armonizar trabajo y familia. Otra cuestión decisiva desde el punto de vista de la empresa es que esforzarse en compaginar empleo y familia también produce beneficios económicos. Así pues, en algún momento en el futuro, cuando Finlandia pudiera estar tal vez enfrentándose a una escasez de mano de obra, el mantenimiento de una combinación bien equilibrada entre trabajo y familia será un atractivo fundamental para una empresa.