Unicef: Estado Mundial de la Infancia 2016
Si echamos un vistazo al mundo de hoy, tenemos que enfrentarnos a una verdad incómoda pero innegable: las vidas de millones de niños están malogradas por el solo hecho de habernacido en un país, en una comunidad, con un género o en determinadas circunstancias.
Y, como muestran los datos que aparecen en este informe, a menos que aceleramos el ritmopara llegar a ellos, el futuro de millones de niños desfavorecidos y vulnerables –y, por tanto, el futuro de sus sociedades– se encuentra en peligro.
Incluso antes de venir al mundo, la inequidad configura a menudo las posibilidades vitalesde los niños pobres y excluidos. Las desventajas y la discriminación contra sus comunidades y sus familias contribuirán a determinar si sobreviven o mueren, o si tienen una posibilidad de aprender y ganar más tarde un salario decente. Los conflictos, las crisis y los desastresrelacionados con el clima profundizan sus privaciones y reducen su potencial.
Pero esto no tiene por qué ser así. Como también se ilustra en este informe, el mundo ha logrado enormes progresos para reducir la mortalidad infantil, para enviar a los niños y niñas a la escuela y sacar a millones de la pobreza. Muchas de las intervenciones que respaldan estos progresos –como las vacunas, las sales de rehidratación oral y una mejor nutrición– han resultado prácticas y eficaces con respecto a su costo. El incremento de la tecnología digital y móvil, y otras innovaciones, han facilitado y hecho más rentable la tarea de prestar servicios fundamentales en comunidades de difícil acceso, y de ampliar las oportunidades para los niños y las familias que se encuentran en una mayor situación de riesgo.
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