PRENSA-DEBATE COMEDORES
El resultado de sus desvelos se podrá ver en el curso que ayer comenzó en su máximo esplendor, con 3.500 niños comiendo a diario en los más de 60 colegios públicos de la ciudad. El menú de la mitad depende directamente del servicio de cátering contratado por las asociaciones de padres, mientras que la otra mitad almuerza en los diez centros públicos en que Educación se encarga de las comidas.
Los logros del sistema no colman, sin embargo, las aspiraciones de los padres. Según explica el presidente de la Federación de Asociaciones de Padres de Vigo, Julio Melero, el problema radica en que la plataforma no quiere seguir gestionando el servicio. «Crear la red de comedores es un paso que había que dar. Y lo dimos. El paso siguiente es que la Xunta asuma la gestión, porque los padres no debemos ser más que supervisores. Es un trabajo exigente, que supone organizar todo en muchísimos colegios, algunos con varios turnos», explica Melero.
Sus argumentos adquieren consistencia cuando se observa la sede de la federación de padres. Las paredes están cubiertas de tablas con turnos, dietas, menús y listados de alumnos. «Tenemos que saber a diario cuántos niños comen en cada centro y luego darles de comer, tener en cuenta sus dietas y necesidades… Es mucho trabajo», añade Melero.
De ahí que en Vigo no crean que el modelo sea exportable. No hay que ir muy lejos para entender por qué. En Pontevedra, por ejemplo, la polémica sobre la gestión ha llegado antes que el servicio de comedor. Lo estrenarán este año 12 de los 23 centros públicos de la ciudad, aunque no acaban de ponerse de acuerdo sobre quién ha de responsabilizarse de los menús. El Concello y la Xunta, que pagan el servicio a medias, pretenden que sean los padres quienes se encarguen de la gestión, opción rechazada de pleno por las asociaciones, que calcan el argumento vigués: el servicio de comedor es responsabilidad de la Administración.
En otras urbes, como Ferrol, A Coruña, Santiago o Lugo, el sistema es similar al vigués, aunque aún no llega a todos los colegios públicos. En Ourense, por ejemplo, la Xunta da servicio a 15 centros, y las APA se esfuerzan por llegar donde no lo hace la consellería. En Santiago, sólo uno de los 14 colegios públicos tienen comedor de la Xunta, y otros ocho son gestionados por los padres.