La Escuela de Padres: canal de participación de la familia

LA ESCUELA DE PADRES: CANAL DE PARTICIPACIÓN DE LA FAMILIA

EN LA COMUNIDAD EDUCATIVA

Experiencia de una Conductora de Grupo

            No podemos sustraernos a la responsabilidad de educar. Los padres, por el hecho de serlo,  somos escuela para nuestros hijos que adquieren conocimiento del mundo que los rodea a través de la imagen que proyectan sus progenitores. En los primeros años de vida, cuando se forjan las bases para el desarrollo ético-moral, el niño imita, es decir, se reconoce en nosotros como en un espejo y reproduce nuestra imagen; ellos son nuestros seguidores más fieles y esta es la responsabilidad que, como educadores, adquirimos los padres.

Por otra parte, en el primer septenio de la vida el niño necesita descubrir que el mundo es bueno para acrecentar la confianza en sí mismo y somos los padres con nuestro cariño y nuestra dedicación los encargados de mostrárselo. Cuando nuestras capacidades como educadores permanecen dormidas y hacemos dejación de nuestras funciones, tendemos a un exceso de permisividad que convierte al niño en un reyezuelo y que deteriora las relaciones con nuestros hijos o – en el otro extremo- podemos excedernos en prohibiciones y convertirnos en jueces implacables de sus actos  o bien adoptar actitudes poco flexibles al aplicar la norma, impidiendo así el sano desarrollo de la voluntad en el niño. Entonces nos hacemos preguntas tales como ¿qué hacer con este niño? ¿como conciliar amor y autoridad; permisividad y disciplina? ¿que es lo que él o ella necesitan? ¿como llegar hasta ellos?… y en el día a día vamos dando respuesta a estas preguntas “a nuestra manera”, porque en educación  no podemos pararnos ya que es preciso ir respondiendo a las exigencias de cada día. Pero en esta respuesta buena o mala, favorable o desfavorable para el niño, no se agotan nuestras capacidades; necesitamos ir ampliando nuestra visión, reciclarnos para estar al día. Surge entonces la necesidad de expresarnos y compartir nuestras inquietudes con otros padres para convencernos de que no estamos solos en la difícil tarea de educar, necesitamos escuchar otras opiniones, otras formas de hacer con los hijos. Entonces nos agrupamos y formamos una Escuela de Padres.

Cuando unos padres acuden a la Escuela, no van en busca del maestro que los aleccione; ellos se sienten a sí mismos maestros responsables de sus hijos y por ello se erigen en Escuela, llevados de la mano por un conductor o conductora de Escuela. En la Escuela de Padres se ofrece la posibilidad de poner en común experiencias educativas a la par que se reflexiona sobre otras posibilidades, nuevas formas de acercarnos a nuestros hijos; reivindicamos la autoridad paterna aprendiendo a conciliar la permisividad con el cumplimiento de las normas que le dan seguridad al niño, corregimos rigideces y aprendemos a poner los límites pero sobretodo nos esforzamos por conocer qué es lo que nuestros hijos necesitan de nosotros.

 Si tenemos en cuenta las fases evolutivas del niño descubrimos que no tiene las mismas necesidades en todos los periodos de su vida. Si en el primer septenio del niño sabemos que todo su aprendizaje se reduce a la imitación, el padre o la madre responsables tendrán que reflexionar sobre los valores que le están transmitiendo a su hijo ya que a través del modelo paterno ese niño ó niña va a descubrir formas de convivencia acordes con esos valores y no con otros.

 Si hacia los 8-9 años los padres comienzan a percibir ciertos cambios en el comportamiento de su hijo, es porque el niño o la niña empiezan a descubrirse a sí mismos, empiezan a crear su propio pequeño mundo y en consecuencia sus necesidades ya no son las mismas. Temas como la comunicación en familia son importantes en la Escuela de Padres para atender a las necesidades de esta etapa. Y así, casi sin darnos cuenta, vamos descubriendo la respuesta a las inquietantes preguntas que nos hacíamos al principio.

            A los 5-6 años comienza una nueva etapa para el niño. Irrumpe en su vida un nuevo educador: el maestro. La etapa escolar también conlleva una nueva responsabilidad para los padres. Si primero existía educador y educando, ahora tenemos un coeducador con el que es preciso permanecer en contacto. Para superar los grandes retos que en la actualidad tiene la educación, se requiere que toda la Comunidad Educativa, padres, profesores y alumnos, trabajemos unidos en nuestros esfuerzos por conseguir mejoras para el futuro y la Escuela de Padres es el trampolín que nos lanza, el canal que pone en comunicación a los padres con el resto de la Comunidad Educativa.            

Desde mi experiencia, larga ya, como conductora de Escuela de Padres, voy a referirme a tres estilos concretos de conducción o acompañamiento, tres modelos de Escuela que fueron en evoluciona, adaptando metodología y estrategias acordes con las nuevas necesidades que iban surgiendo en el grupo.

La primera  experiencia se lleva a cabo en el seno de una O N G en Pontevedra. dedicada a la prevención y reinserción de drogodependientes. Se podría hablar de una Escuela de madres ya que se trataba de un grupo formado por 16 mujeres, con ausencia total de varones.

Estas mujeres se agrupan bajo un mismo denominador común. Todas ellas son madres ó hermanas de jóvenes afectados por el consumo de drogas y –en algunos casos- de pequeños traficantes que venden para poder cubrir su propio consumo.

Otra característica de este grupo es la desestructuración familiar propiciada por esta terrible lacra que son las drogas. Hemos sido testigos, en muchos casos, de hermanos divididos y matrimonios separados, familias completamente destrozadas. También nos hemos visto obligadas a asistir a enfermos de sida en fase terminal, desahuciados por los médicos y puestos en la calle porque no tenían cabida en los hospitales.

En este contexto, se puede entender el nivel emocional de las asistentes a este grupo. Todas ellas padecían de ansiedad, en mayor o menor grado. Incapaces de razonar o de respetar los turnos en las sesiones de Escuela, priorizaban sus problemas y se lanzaban a exponer sus casos con la esperanza de encontrar alguna salida a su problema que pudiera aliviar su dolor. No sabían escuchar.

            Se empieza a trabajar estableciendo un orden de prioridades. En primer lugar, era necesario que aprendieran a respetar su turno y a escucharse unas a otras. Al mismo tiempo se les instruye en métodos de relajación que las ayude a sosegarse, con lo que se consigue un mayor aprovechamiento de las sesiones.

            Una vez situadas en este punto, se abre el grupo y se ofrece una Escuela de Padres pública, abierta a la sociedad de Pontevedra. Hubo una respuesta muy favorable a esta oferta y se forman nuevos grupos, cinco en total, de 18/20 personas cada uno, con una conductora de grupo al frente de cada uno de ellos.

            Con este intercambio entre personas de distinto sexo, niveles culturales y circunstancias diversas, se consigue romper el gueto de “mujeres marcadas por el estigma de las drogas”, al mismo tiempo que las personas se enriquecen con las valiosas aportaciones de un grupo tan heterogéneo. Se crea así un clima muy favorable para el aprendizaje.

            Se emplean las técnicas de dinámica de grupos: promoción de ideas, diálogos simultáneos, casos y técnicas de tribunal, entre otras. Cada grupo, por separado, prepara el tema del día y termina cada sesión con una puesta en común de todos los grupos.

            La mayor dificultad con que nos encontramos en un grupo tan numeroso y variopinto, fue la elección de una metodología en consonancia con la apertura y libertad que propugna la “Escuela de Padres y Maestros”. Se opta por un nuevo método, el de Radio ECCA que, en aquellos momentos, ofrecía un modelo de Escuela mas sencillo y asequible para un grupo de estas características.

            ECCA es un Centro Público de Educación de Adultos de carácter estatal (Decreto 945/1975 de 10 de abril y O.M. 10 de octubre 1977) que cuenta con profesorado de E.G.B para impartir las clases y un método de enseñanza radiofónica propio. El Sistema Tridimensional ECCA, combina la clase por radio, el uso del material impreso y la tutoría de un profesor orientador. Su metodología es inductiva. La Escuela de Radio ECCA fue la Escuela más popular de los años 80, metiéndose en las casas para facilitar la labor educativa, movilizando a los padres y poniendo a su alcance un material informativo muy importante, en relación con la juventud, la familia y la sociedad del momento.

En nuestra singular Escuela de Padres, no era necesaria la clase radiofónica, ya que las sesiones eran presenciales, ni la tutoría de un profesor que fue sustituída por la figura del Conductor ó Conductora de Grupo, indispensable en toda Escuela de Padres, pero sí nos fue de gran ayuda el material impreso con el que previamente se preparaban los padres antes de asistir a las sesiones de Escuela.

            El desarrollo de las sesiones estaba basado en la resolución de casos que se debatían en los grupos a la luz del apunte técnico que se estudiaba previamente y que se reproducía en las clases a través de un cassete. Posteriormente se hacía una puesta en común de todos los grupos y se llevaba el tema a debate.

            El tercer modelo lo tenemos en nuestra Escuela de Padres actual. Desde hace dos años funciona en el Colegio de Barcelos de Pontevedra la Escuela de Padres. Se ubica en un Colegio con la sana intención de aunar esfuerzos, fomentando la participación de los padres dentro de la Comunidad educativa. Es un grupo de 14 padres preocupados por la educación de sus hijos. En este contexto es posible desarrollar las sesiones con la metodología propia de la “Escuela de Padres y Maestros”, libre y participativa. Es libre porque en educación los padres son los protagonistas y eligen el temario que se va a desarrollar a lo largo del curso y que consideran mas adecuado a sus necesidades. Es participativa porque son los propios padres quienes van desarrollando los temas ayudados por las técnicas de Dinámica de Grupos: Casos, Rol Playing, diálogos simultáneos, escenificaciones y otras que el conductor ó conductora de grupo va poniendo a su disposición.

            En estos momentos la preocupación de todos es la prevención ó erradicación en su caso, de los casos de violencia que se van detectando en la Escuela, por lo que este grupo de padres comprometidos, desde la Escuela de Padres decide poner en marcha para el curso 2007-2008 un programa de intervención educativa, con el necesario reciclaje de profesores y conductores de grupo que van a formar parte de este proyecto y que será entregado por la CONFAPA en la Dirección General de la Consellería de Educación para su puesta en marcha, si procede.

     Creo que este es el mejor aval de que unos pocos padres comprometidos pueden dar mucho fruto y que la Escuela de Padres puede ser modelo  válido para la participación de toda la familia en la Comunidad Educativa, contribuyendo así a la erradicación de la violencia y a la convivencia en paz en los Centros de Enseñanza.

            Puesto en conocimiento de los miembros de esta Escuela la posibilidad de contribuir a la propagación de la Escuela de Padres, se convoca una sesión de Escuela para responder a estas preguntas: ¿Qué es una Escuela de Padres? ¿Qué has aprendido en ella?. Y estas son sus respuestas:

¿Qué es una Escuela de Padres?

Donde nos preparamos para educar

Compartimos experiencias, dudas y miedos

Buscamos alternativas a la convivencia familiar

Conocemos otros modelos de familia, otras formas de educar

Aprendemos a educar con juegos participativos

Lugar de reflexión y debate.

Reflexionamos conjuntamente.

Conocemos al niño para poder ayudarlo mejor

Lugar de amistad

Temarios interesantes.

¿Qué has aprendido en la Escuela de Padres?

A educar con responsabilidad.

A educar con mayor seguridad.

Aprendí a expresar sentimientos

A dar y a recibir “caricias” de mutuo reconocimiento

A sentirme acompañada y comprendida por otros padres

A conocerme a mi misma. A dar respuesta a mis propias preguntas

Cosas positivas de mí misma y de la relación con mi familia.

A permanecer serena en una discusión para llegar a acuerdos

A entender a mis hijos: lo que son y lo que sienten.

Aprendí a escuchar con atención para responder en consecuencia.

A reflexionar para corregir

Aprendemos a comunicarnos

Aprendí que el niño pasa por diferentes etapas con necesidades diferentes

A afrontar los problemas

Aprendí a educar en valores.

Experiencia de una madre

 

            La familia es considerada la célula básica de la sociedad y es en este ámbito donde se produce la socialización primaria del niño. Hay que educar con responsabilidad. El amor no es suficiente.

            En la Escuela de Padres reflexionamos conjuntamente sobre los distintos modelos educativos y sobre los temas de interés que hemos priorizado previamente, junto a otros padres con niños en distintas edades escolares.

            Se aportan alternativas y estrategias para mejorar las habilidades de comunicación en relación con la familia y se comparte información a cerca del fracaso escolar, consumo de drogas y otros factores de riesgo para nuestros hijos.

            En cuanto a la metodología, la Escuela de Padres está basada en la participación activa. Se inicia cada tema con el análisis de la propia realidad y de la experiencia cotidiana de cada una de nosotras, siempre guiadas y tuteladas por la conductora de grupo que nos aporta el soporte y las herramientas, aunque la forma de utilizarlas va a depender de cada una de nosotras. En ningún momento se nos dice como solucionar un determinado problema, ya que no existe una solución única al ser único y distinto cada niño y las circunstancias de cada familia.

            En la Escuela de Padres se tienen en cuenta nuestras inquietudes y aprendemos a cerca de la evolución en el niño, qué le preocupa y qué necesita en cada momento. Es una guía y una gran ayuda para todas nosotras ya que descubres que no estás sola a la hora de afrontar una determinada situación. Mis preocupaciones de cada día son también la de muchos otros padres. Damos “vueltas” a las cosas porque queremos hacerlo mejor y deseamos para nuestros hijos una infancia feliz, basada en unos valores, para tener un mañana mejor.

                                                                      

                                                                                                       Mª del Mar Piñeiro Lores

             No encuentro mejor manera de terminar esta reseña que, resaltando la importancia de poder ayudar a cada niño a desarrollar el potencial que trae consigo a este mundo y de todos es conocido que esta  importante tarea comienza ya en los primeros años de vida y es en el seno de la familia donde el niño va a dar sus primeros pasos..

             La Escuela de Padres ofrece la posibilidad de aunar criterios y de acercar posturas, ayuda a encontrar salida a los problemas familiares, contribuye a la comunicación de la familia y capacita para educar en la medida en que permite a los padres que acuden a la Escuela, reflexionar a cerca de su escala de valores para adecuarla a lo que el niño necesita para un desarrollo sano. En otro sentido, la Escuela de Padres es fuente de creatividad y cauce de participación de los padres en la labor educativa que a todos nos concierne.

 

                                                                                                 La Conductora de Grupo

                                                                                   Conchita R. Prendes

 

           

BIBLIOGRAFÍA:     Revista de Padres y Maestros

                                   Escuela de Padres ECCA.

                                   ¿Qué es necesario para el niño?. Nora von Baditz.

                                     Pedagoga  de “Escuelas Libres Waldorf”